jueves, noviembre 18, 2010

Phoenix / Mie 17 - 11 / Teatro Caupolican

El tiempo pasa y no en vano. Aquella máxima se vio representada mas que nunca en 5 franceses - y un marroquí - la noche de ayer en un Caupolican que rozaba el sold out y que fue testigo de la fuerza y calidad de una de las grandes bandas de la década.

Anoche solo ocurrió magia. No quedaba mucho de esos Phoenix que habían visitado nuestro país a finales del 2007, en una situación que no los favorecía en lo absoluto. Tampoco queda mucho de un Thomas Mars que en su pasado estuvo mas ligado a la electrónica que al rock y definitivamente la banda, después de la intensa gira de promoción de su aclamado Wolfang Amadeus Phoenix, no es la misma de antes.

45 minutos de demora, un teatro que se lleno paulatinamente y una puesta en escena bastante inesperada fue la escena que abrió un concierto que, una vez empezado, no bajo en intensidad y calidad en ningún instante durante algo mas de una hora y media de concierto, en donde los hits fueron administrados de manera prolija y sin momentos flojos, alternando lo que ya vienen haciendo así casi una década y sacando a la pista hits de sus 4 discos anteriores.

Meterse al publico en el bolsillo suele resultar difícil, pero si en tu repertorio tienes una canción como Lizstomania, la cosa se ablanda un poco mas. Después de eso, nada podía mejorar. Por lo menos eso pensé durante medio segundo para que después sonara una batería de hits que incluyo en un set de lujo temas como Everything is Everything, Lasso, Fences, To Young, Armistice - lejos mi favorita -, Long Distance Call, Run Run Run y todas ellas acompañadas por otros temas de sus 4 largaduracion.

Mars era un espectáculo aparte. Enérgico, decidido y jugado hizo del publico un aspecto importante del publico y compartió con el lo mas que pudo bajando del escenario, escalando alturas, lanzándose al publico y haciendo peripecias para llegar a lugares donde nadie se atrevería a llegar con un publico como el nacional - hay que decirlo, tímidos no somos -.

La vuelta, que incluyo una sesión a guitarra y voz fue mágica e intensa, incluyendo una versión de Playground Love que no hizo mas que sacar suspiros en la fanáticada femenina que repletaba la cancha.Volviendo y ya finalizando, dos clásicos impuestos por la mas inglesa de las bandas francesas de la ultima década: If i Ever Feel Better y 1901 cerraron uno de los grandes momentos en vivo que hemos vivido este año, mostrando al publico nacional el porque son unas de los mejores live act de la actualidad.

Larga vida a Francia y que esto solo sera el comienzo de una relación de amor musical y devociónal, porque si hay algo que ayer quedo claro en la cara de los integrantes de la banda es que en el Teatro solo fluyo amor.

por S.Banks
Fotos por S.Banks

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